Es un hecho frecuente y comprobable, la dificultad que se plantea en las organizaciones, entre la concepción de una idea y su efectiva ejecución. El recorrido del camino entre el lugar donde se concibe la idea y el hito donde se arriba a la acción, se encuentra plagado de dificultades durante el desarrollo de la gestión.

Estas dificultades tienen distintos orígenes: la situación de la organización en términos de tamaño y madurez, su cultura, el entorno donde opera, la capacidad y formación de su gente, entre otros factores diversos. Por tal motivo, es que los procesos asumen un rol preponderante en la gestión de una organización, porque son el medio a través del cual se ejecutan las ideas y la estrategia. Bossidy y Charan afirman: “Dirigir un negocio consiste en realidad en liderar los procesos”.

Asimismo, ejercer ese liderazgo con eficiencia, crea una fuente para elaborar nuevas ventajas competitivas por diferenciación, basada en el concepto:“la diferencia entre una compañía y su competencia, consiste en su capacidad para ejecutar”.

Para lograrlo, las organizaciones necesitan disponer de una solución, que mejore y asegure su capacidad de ejecución.Esa solución es la que propone el autor, mediante la metodología INTéGRA, que consiste en el desarrollo progresivo y en cascada, de una serie de modelos que en función de su diseño y contenidos, permite asegurar que las ideas y decisiones, se ejecuten tal como fueron concebidas, sin desvíos. El espíritu de INTéGRA se puede entonces expresar así: Lo que se decide y define, es lo que se ejecuta.