La tradición mantiene a la administración pública bajo la tutela de un Presupuesto Público que en esencia responde a las exigencias de restricción a las facultades del Poder Administrador. Pero a este Sistema Presupuestario se le han efectuado numerosos ajustes para atender las demandas que requiere el escenario señalado; de lo que resulta un sistema resentido en su objetivo originario sin satisfacer la producción de información apta para la gestión ni la solicitada para la evaluación.
El autor, quien ocupó varios cargos en organismos públicos nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires, pretende mostrar esta necesidad y señalar que para arribar a prácticas útiles a las presentes demandas es necesaria la aplicación de la disciplina Contabilidad mediante la autonomía del Sistema Contable. De esta manera se podrá desbrozar el Presupuesto Público para que surja una clara relación entre qué se autoriza y cuanto se destina para ello, esencia del Sistema Presupuestario.
Y la contabilidad brindará, al igual que en las otras actividades medibles cuantitativamente, los datos que requiere una información al servicio de la gestión permitiendo la evaluación (interna o externa) e integrando un esquema que también completan el sistema presupuestario y las estadísticas.