Las organizaciones deben evolucionar hacia un nuevo paradigma de desarrollo como lo es la sustentabilidad. Esto implica repensar todo lo hasta aquí aprendido e inyectar grandes dosis de innovación en lo que se refiere a construcción de capital humano y social.
Es necesario crear puentes hacia todos los actores que conforman la cadena de valor en la que actuamos y crecemos. Migrar el pensamiento en términos de sustentabilidad y liderazgo.
Parta ello, se hace necesaria una nueva competencia, a modo de respuesta transgresora hacia una nueva perspectiva: el Liderazgo Sustentable. Esta habilidad es transversal al proceso e integra el paradigma sustentable a la gestión, involucrando a todos de manera que estos intereses sean incorporados de manera legítima a la cultura corporativa. La función primordial del mismo es la salud general de los valores, los principios que de ellos dimanan y una vocación de servicio obsesiva por los intereses de los stakeholders.
Estamos hablando de un liderazgo compasivo, pero a la vez poderosamente activo, que ayude a vivir mejor, con un exquisito respeto por la diversidad del otro. Un liderazgo que desaprende, aprende y construye bien común presente y futuro, un ¡Liderazgo Sustentable!