La Argentina, como otros países del mundo, debe responder forzadamente a catástrofes, sobre todo a las de origen climático, que han aumentado como consecuencia del cambio climático global.
Son numerosas las preguntas que surgen sobre este tema y es necesario poder responderlas. ¿Es nuestro país susceptible a temblores, inundaciones, huracanes, tornados, cenizas volcánicas, sequías, granizos, nieve o cualquier otro tipo de desastre natural?
En tales casos, ¿qué porcentaje de pérdidas económicas anuales tiene previsto financiar el Estado Nacional?
¿Los recursos fiscales tienen una estructura financiera eficaz capaz de responder en forma rápida a las emergencias?
En este marco, la presente publicación propone desarrollar algunos lineamientos de políticas y programas públicos para la gestión integral del riesgo climático. Es esta una manera de iniciar un camino firme hacia la reducción del impacto económico de los posibles eventos naturales que pongan en riesgo la actividad de sectores, individuos, comunidades, o la vida de la población en su conjunto.